
El acercamiento a la pintura de este artista del siglo XIX nos sirve desde varios aspectos para el proyecto de cortometraje Exprimida. Un poco por los temas que trata, otro poco por su técnica (óleo, pero también el pastel); también sus pinturas mayormente de espacios interiores y su trabajo de la luz; pero sobre todo porque en varios de sus cuadros maneja los colores de la paleta que mencioné en la anterior entrada a este blog.



También, me interesa la textura que logra con la técnica del pastel.


Esto es algo difícil de conseguir en cine (salvo que hagamos el efecto en post-producción con lo cual dudo que se obtengan buenos resultados). Sin embargo, la referencia es válida para poder hacer, desde nuestras posibilidades, lo que tengamos a la mano para tal fin de acercarnos lo más posible a esas texturas ásperas. Es tenerla presente a la hora de elegir las paredes de las locaciones por ejemplo, o los vestuarios, etc.


También, podríamos considerar el grano como una opción para conseguir cierta textura en la fotografía.


Como la posibilidad de fotografiar el cortometraje en fílmico es muy poco probable -por no decir imposible-, ya que los presupuestos que manejamos en nuestras producciones no lo permiten, la opción del grano es casi nula. Al trabajar en digital contamos con «ruido», que es muy diferente al «grano». El ruido digital suele estar muy mal visto, hasta para algunos es considerado como un error que deviene de una mala exposición fotográfica. Sin embargo, yo no pienso eso, y creo que podría ser una opción la de utilizar sensibilidades con valores de ISO altos para aportarle cierto ruido a la imagen.

En verdad, tengo muchas dudas sobre esto… pero podría ser. Lo tendré que hablar con el director de fotografía.